Té Azul – el gran desconocido

té azul dong ding
Dong Ding

El té Azul, calificados por abuso del lenguaje como semi-fermentado, que los chinos llaman igualmente Wu Long, o azul-verde por referencia al color de las hojas infusionadas, son en realidad tés semi-oxidados.

En su elaboración la oxidación ha sido interrumpida en algún momento intermedio del proceso entre el punto de oxidación “0” (que marca las características de los tés verdes) y oxidación completa (que marca la de los tés negros).
Aún poco conocido fuera de Asia, el té Azul o té Wu Long, una especialidad de las provincias de Fujian y de Guangdong en la China continental, y de Taiwan, constituye una de las grandes familias de tés chinos. Existe una variedad infinita de ellos, en función de la localización de la plantación, de la especie de árbol cultivado, del tipo de hojas utilizadas, del periodo de la cosecha, de las variaciones en la tasa de oxidación, de la duración de la torrefacción, del enrollado de la hoja…

té azul belleza académica
Belleza Académica

El origen del término Wu Long (té Azul)

 En chino, Wu Long significa literalmente “dragón negro” y hace referencia al color muy oscuro que toma a veces la hoja de té secándose. Una leyenda le da otro origen al nombre: Wu Liang, un plantador chino, recogía las hojas de té cuando vio un ciervo. Interrumpió su recogida para cazar al animal, y una vez que volvió a casa, preparó un estofado y se olvidó de secar las hojas de té. Cuando, algunos días más tarde, se acordó de su preciada cosecha, constató que las hojas habían cambiado de color. Las torrefactó de todas maneras, y las puso a infusionar, sorprendiéndose por los perfumes profundos, dulces y aromáticos que liberó. El secreto de este descubrimiento dio la vuelta a toda la provincia, y de boca en boca, el nombre de Wu Liang se convirtió en Wu Long Cha, o té del dragón negro. Aunque nosotros por pedagogía a menudo lo llamamos simplemente té Azul.

Tradicionalmente se oponen dos categorías de Wu Long: los tés ligeramente oxidados (del 10 al 30% de oxidación) y elaborados según un método llamado chino, y los que, mucho más oxidados (del 60 al 70%) son el resultado de un método que fue desarrollado en Taiwan. En la práctica, la fabricación de té Azul está mucho menos localizada: cada región posee sus propias técnicas y produce tés cuyo grado de oxidación no corresponde forzosamente con esta distinción. Aunque, al margen de las técnicas locales, todo té semi-oxidado debe sufrir las operaciones siguientes:

-El marchitado: las hojas son recogidas en un estado preciso de su maduración: ni demasiado tiernas, ni demasiado maduras, pero carnosas, así encierran menos taninos y cafeina que los brotes más jóvenes. El marchitado tiene lugar al sol o en una sala, durante un periodo de 1 a 4 horas, después se dejan las hojas en una sala fresca y húmeda. Esta operación, renovada dos veces, permite reblandecerlas.

-La oxidación: es en el curso de la etapa siguiente –la sudación- es cuando se produce la oxidación. Es la operación más importante y la más delicada, durante la cual aparecen numerosos compuestos aromáticos del té. Toda la dificultad consiste en interrumpir el proceso en el momento justo, en función de las características organolépticas que se desean obtener: las hojas ligeramente oxidadas desarrollarán notas florales y vegetales intensas, mientras que los tés fuertemente oxidados tendrán un carácter afrutado, amaderado, casi especiado.

té azul milky wu long
Milky Wu Long

Hablamos de la sudación porque literalmente se hace “sudar” las hojas mientras las remueven constantemente en una sala de atmósfera cálida (entre 22 y 25 grados C) y húmeda (85%). Contrariamente a la oxidación de los tés negros que resulta de un enrollado intensivo de la hoja, la del té Azul se hace son suavidad: esta es iniciada “naturalmente” tan pronto como la hoja es recogida, después removida de forma constante y manual, ligera al principio después de forma más enérgica. La estructura celular de la hoja se degrada progresivamente y, como en el caso del té negro, libera una enzima que reacciona con el oxígeno del aire: la hoja en este momento va a oxidarse, e empezando por los bordes, que toman una coloración rojiza.
El plantador huele las hojas constantemente, controla “a nariz” y mediante el tacto el buen desarrollo de la operación. Cuando estima que el grado de oxidación es óptimo –que se traduce por un buqué aromático ideal y una textura de la hoja muy suave-interrumpe el proceso.
Según el método llamado “chino”, este es detenido cuando la oxidación ha alcanzado el umbral del 10 al 30%. Esto da a los tés ligeras notas vegetales y florales. El método de Taiwan, que corresponde a una sudación más larga, permite alcanzar una oxidación de hasta el 70%: la infusión será más oscura, más afrutada y amaderada.

 -La torrefacción: una vez alcanzado el grado de oxidación deseado las hojas son calentadas brutalmente en los hornos de tambor o al wok, a una temperatura de alrededor 200 grados C (pero que puede aumentar en ciertos casos hasta 260). Esta torrefacción, que destruye la enzima responsable de la oxidación, dura de 30 segundos a 5 minutos. Al término de esta prueba de fuego que las ha vuelto maleables y flexibles, las hojas están preparadas para someterse a la fase siguiente: el enrollado.
té azul fancy wu long de taiwán
Facing Wu Long de Taiwan

-El enrollado, el secado y el empaquetado: el enrollado tiene por objetivo extraer hasta la superficie de las hojas los aceites esenciales que han surgido en el curso de la oxidación y se efectúa inmediatamente después de la torrefacción, cuando las hojas, más carnosas que las que se emplea para otros tipos de té, están aún tibias. En el caso de ciertos tés (el Bao Zhong o el Shui Xian), la hoja es simplemente arrugada; en otros casos, el té es enrollado torneándolo, o en forma de perla: el Don Ding por ejemplo.
Una vez enrolladas, las hojas son secadas a una temperatura de 100 grados durante una veintena de minutos, en un secador parecido a las máquinas utilizadas para la fabricación del té negro, o en cestas de bambú (que, al margen del tamaño, son idénticas a las que se emplean para cocer al vapor, los dim sum) calentadas al carbón o con un zócalo equipado con una resistencia eléctrica.
A veces, como es el caso de los célebres Yan Cha chinos, el tiempo de secado se prolonga y puede durar varias horas. Se produce entonces una reacción química bautizada “reacción de Maillard”, que oscurecerá las hojas y ocasionará la aparición de notas tostadas y pirogenadas en la infusión: es la razón por la cual se establece a veces una distinción entre el té Azul con preponderancia vegetal, que no han sufrido esta torrefacción final, y los que se caracterizan por su “sabor a fuego”, según la poética fórmula China.
Finalmente, los tés son empaquetados.

té azul tieh kuan yin
Tieh Kuan Yin

Hasta aquí este artículo sobre el té Azul – Wu Long. Un gran desconocido en Occidente que vale la pena conocer y difundir.

Con Japón en el corazón

 

 

Muchos de nuestros clientes han expresado sus sentimientos de pesar por la terrible catástrofe sufrida por Japón.  También han sido muchos los que nos han expresado su preocupación por la calidad de los tés japoneses de esta temporada que comienza. 

Queremos haceos partícipes de que, a través de nuestro importador de Tés Japoneses Biológicos, estamos en contacto con los principales responsables de las asociaciones de exportadores de té de Shizuoka, de Uji y de Fukuoka.  A través de ellos sabemos que:
– Ninguna de estas zonas ha sido afectada por la contaminación. 
-Que la legislación Japonesa que controla la calidad de las exportaciones de tés, enormemente exigente, va a ser aún más concienzuda en esta ocasión, por lo que se requerirán análisis especiales que puedan amparar la exportación a la Comunidad Europea.
– Y que al mismo tiempo, los controles que se están realizando en Europa han sido incrementados notablemente.
 
Creemos que todo esto va a garantizar que los tés de la nueva cosecha que empezarán a llegar en Junio lo hagan con todas las garantías de calidad que siempre les ha caracterizado.
 
Nosotros no tenemos ninguna duda sobre esto. Al mismo tiempo somos conscientes de que continuar la normalidad de las relaciones comerciales con este país, con todas las garantías necesarias, ayudará a que la situación por la que está pasando el pueblo japonés se vea aliviada en parte.

Darjeeling, un té bajo el signo de la calidad

Map-DARJEELING

logo darjeelingContrariamente a la historia milenaria de los tés de Japón y China, la historia del té bio europeoen Darjeeling es relativamente reciente y se remonta a mitad del siglo XIX.

Pero, ¿cómo esta región deshabitada se ha convertido en uno de los pilares de la cultura mundial del té?.

La aventura comienza

darjeelingLigada al Imperio Británico en 1835 por un tratado firmado con el rey Sikkim, la región situada entre Nepal, Bután y el valle del Ganges, es en ese momento un territorio poco acogedor, que tiene problemas frecuentes desde el fin de la guerra entre Nepal y los Ingleses. En aquella época no hay ninguna ciudad en Darjeeling, sólo una aldea de un centenar de habitantes que subsiste gracias a los productos del bosque tropical circundante.

La zona es considerada como estratégica por el ejercito británico, que establece sus tropas y crea un puesto de observación en el lugar llamado Darjeeling, que significa el país de las tormentas en tibetano. Situada a una altitud de 2000 metros, el lugar es espectacular y su clima mucho más agradable que en la llanura donde en verano las temperaturas superan alegremente los 40 grados centígrados. Por estas razones, Darjeeling, puesto de guarnición al principio, se desarrolla también como lugar de veraneo donde vienen a pasar las vacaciones los administradores británicos y sus familias cuando el calor es insoportable en Calcuta.

A la manera de Shimla, verdadera capital de verano del Imperio Indio, instalada sobre la vertiente norte-oeste del Himalaya, y de la menos conocida Ooty, situada en las montañas Nilgiris, Darjeeling Se convierte en la tercera estación de altitud edificada por los Ingleses en India en los años 1850. La suavidad del clima, la pureza del aire, la belleza de los paisajes son propicios al esparcimiento y la recuperación. Un sanatorio antituberculoso se construye en 1852; el pueblo aumenta de tamaño, se extiende, y se asemeja cada vez más a una pequeña Inglaterra con sus “cottages” y sus parques. En esta época cuenta con una decena de miles de habitantes.

Estas condiciones climáticas particulares recuerdan fácilmente a las que reinan en varias de las regiones teícolas chinas, e implantándose en Darjeeling, ciertos colonos ingleses ven ahí un potencial.

Durante toda la primera mitad del siglo XIX China ejerce de hecho un monopolio aplastante sobre el comercio del té, conservando celosamente los métodos de agricultura y secretos de fabricación. Decididos a eliminar esta dependencia, la corona británica lleva a cabo a partir de los años 1830 varias estrategias para conquistar el conocimiento de la cultura y de la transformación del té. Intenta sobretodo identificar en su imperio las regiones más propicias para el cultivo de los árboles de té. A partir de granos y plantas de árboles de té sustraídos de China, algunas plantaciones experimentales ven la luz, al principio en Nilgiri, y a partir de 1841, en Darjeeling.

En el curso de las dos décadas siguientes, los experimentos se multiplican con cierto éxito. Bajo la darjeeling2batuta del gobernador de la región, el doctor Campbell, hombre de ciencia y antiguo cirujano en Katmandú, el cultivo del té se organiza y se racionaliza. Centenas de hectáreas de bosques se convierten en plantaciones y un primer jardín se inaugura en Tukvar en 1856, lindando la ciudad. Cuatro años más tarde, Darjeeling cuenta oficialmente con 39 jardines. Una aventura comienza…

Un té bajo el signo de la calidad

Hacia el año 1860, el cultivo del té toma un desarrollo decisivo. Después de la disolución de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, la administración británica toma la gestión de las posesiones de la Compañía, y sobre todo de todos los jardines de Darjeeling.  Convencidos del potencial darjeelingeconómico de este té del Himalaya, aceleran la conversión de los bosques y coloca las bases de una cultura del cultivo del té moderna y estructurada. Dibujan un paisaje nuevo, se construyen carreteras, una vía férrea une muy pronto las principales poblaciones de la región y las conecta a la red india de Calcuta. En 1875 se distinguen 113 jardines de té alrededor de Darjeeling, representando alrededor de 6000 hectáreas de plantaciones.

Desde las primeras subastas, los tés de Darjeeling se distinguen de los otros tés venidos de Assam o China. Poseen una delicadeza y frescor que no tienen los tés negros competidores, y muy rápido, se imponen como los más refinados del mercado inglés. En esta época ya Darjeeling es sinónimo de calidad.

Los árboles de té originarios de China en efecto se aclimataron a su nuevo medio perfectamente, y si bien su rendimiento no es excepcional, sobre todo a causa de la frescura del clima, producen en cambio cosechas con sabores nuevos, poderosamente aromáticos.

Las condiciones agro-climáticas de la región se muestran particularmente favorables para la producción de tés de calidad. Situada entre la planicie del Ganges y la cadena montañosa más alta del mundo, Darjeeling es una zona de condensación intensa, teatro de un fenómeno climático único. En contacto con ese muro glacial cuyas cimas sobrepasan los 8000 metros de altitud, el calor húmedo proveniente de Terai se transforma en nubes de una extrema densidad, aportando a los árboles una humedad ambiente elevada. Mientras en la planicie esta humedad favorece el crecimiento rápido de los árboles y su follaje, a dos mil metros los efectos de ésta se ven alterados por temperaturas bastante bajas: resultando un crecimiento ralentizado de los arbustos cuyas hojas serán sin embargo muy perfumadas, debido a la alta concentración en compuestos aromáticos.

Consciente de que los relieves escarpados, el frescor de las temperaturas y la duración del invierno no permitirán jamás  alcanzar rendimientos similares a los de Assam, en el Sur de la India, o más tarde a los de Sri Lanka, generaciones de plantadores exigentes se dedicaron a hacer de esta debilidad una muestra de calidad, preservando todo el potencial de hojas tan escasas y tan cuidadosamente cultivadas.

La cultura y la manufactura del té en Darjeeling han llevado el cuidado al límite: de la recogida a la transformación de las hojas, los cuidados dedicados a los árboles, a los mantenimientos de los manufactureros, a la formación de la mano de obra, al dominio de la ciencia de la degustación han alcanzado un refinamiento único en el mundo del té anglosajón.

Al tiempo, Darjeeling ha vivido al margen de ciertas mutaciones técnicas e industriales que han trastocado la manufactura del té en el siglo XX; de esta manera, cuando a partir de los años 30 el procedimiento CTC revolucionó la economía del té ofreciendo a la industria del té en bolsitas, de invención reciente, un producto muy fácil de mecanizar pero de una calidad aromática fuertemente degradada, los jardines de Darjeeling lejos de convertirse, resisten y continúan defendiendo su ideal de calidad a base de prácticas ortodoxas. Igualmente, la rotorvan, puesta a punto en Assam en 1957 y que permitió aumentar considerablemente el rendimiento reduciendo a pocos minutos el proceso de oxidación de las hojas (contra el proceso tradicional que duraba varias horas) no será usado nunca en esta región.

Este conservadurismo, que ha permitido mantener la gran calidad gastronómica de los tés de Darjeeling, no ha  frenado sin embargo la adopción de otro tipo de innovaciones, en particular en el trabajo agrícola. A partir de los años 30, el mundo del té atraviesa otra mutación, no en las manufacturas, sino en los campos. El desarrollo de técnicas de buturaje revoluciona  de hecho el doblamiento de las plantaciones, substituyendo los granos de jóvenes plantas criados desde árboles seleccionados. Un árbol excepcional por su resistencia a las enfermedades, su rendimiento o el potencial aromático de sus hojas, puede llegar a engendrar miles y plantar parcelas enteras con un material agrícola con características comunes. En Darjeeling, estos clones, como se les llama según la terminología inglesa, ofrecen una alternativa a los árboles chinos plantados en tiempos de la colonización y, a medida que las nuevas parcelas son plantadas, nuevos cultivars son introducidos en las plantaciones de té. La paleta organoléptica de los Darjeeling se encuentra de esta manera considerablemente enriquecida y las cosechas llamadas clonales mantienen hoy la reputación gastronómica de estos tés de exepción.

Después de una quincena de años, finalmente, Darjeeling vive la hora de la agricultura biológica. ImperialFirstFlushDarjeeling-2Región pionera en este ámbito, cuenta a partir de ahora de cerca de 4000 hectáreas de plantaciones (la quinta parte de la superficie cultivada) y un buen número de jardines se encuentran en vías de conversión. Confrontados a menudo al agotamiento de sus suelos, después de 150 años de monocultivo, pero sobretodo, conscientes de las consecuencias ecológicas de su actividad, muchos plantadores se han girado progresivamente hacia métodos agrícolas propios, erradicando los fertilizantes y revulsivos químicos de sus prácticas. Año tras año, es una región al completo la que se está convirtiendo y es probable que en un futuro próximo Darjeeling sea la primera denominación de origen del mundo que pueda asegurar ser 100% de agricultura biológica.

Ceremonia del Té y Matcha – “una vez un encuentro” – 3

Ceremonia del Té, mucho más que Matcha

mochi matcha
La Ceremonia del Té y el matcha van unidos a la cocina ya que en el curso del Cha No Yu, hay siempre un refrigerio ligero –el Kaiseki. El matcha se ha difundido de forma progresiva en la gastronomía japonesa, dulce y salada, ya que constituye un colorante o un aroma natural ideal. Uno de los usos más corrientes es la crema helada de matcha, ésta puede ser un helado de vainilla espolvoreado con matcha o una preparación a base de crema en la que el matcha se ha incorporado directamente; el helado es entonces de un bonito verde primaveral.

También encontramos los granizados Kaki-gôri. Los siropes utilizados para salpimentar el hielo machacado son incontables, pero la granizada Ujikintoki, de matcha, es muy apreciado por los japoneses y no es raro ver vendedores ambulantes de Kaki-gôri en verano. Podemos ver el matcha en las preparaciones dulces de azuki (judías rojas o blancas) que sirven sobre todo de base a los wagashi (“repostería japonesa”). La renovación ligada a la primavera ostenta un lugar tan importante en la cultura japonesa. Muchos wagashi de primavera son verdes y en parte debido al matcha, como el Miyako no Haru (“Primavera en la capital”) o el Hikichigiri (wagashi rosa y verde que festeja el Hina Matsuri, la fiesta de las niñas, a mitad de marzo). El matcha se encuentra también en la utilización salada como condimento mezclado en sal.

Otros usos del Matcha en Occidente

En occidente, desde finales de 1990, ha llegado una utilización culinaria que viene directamente de la
tradición japonesa. Si al principio el matcha estuvo asociado sobretodo a las preparaciones dulces, es cada vez más corriente verlo en platos salados. El matcha pastelero es particularmente apropiado para un uso culinario y posee sobre el plano gustativo cualidades similares al matcha de ceremonia. Gracias al hecho de haber sido privado de luz  y a su fuerte concentración de aminoácidos, el matcha gana en suavidad y fineza; desarrolla menos amargor y su sabor umami es más marcado.

ceremonia del té y matcha en Occidente

Aportar sabor umami (“delicioso”, en japonés) puede ser particularmente interesante porque este refuerza los otros sabores presentes en el plato. Este quinto sabor se produce por una asociación de sustancias naturales, de las cuales el ácido glutámico comúnmente llamado glutamato (un aminoácido), que se encuentra en ciertos pescados grasos tales como la caballa o la sardina, en la salsa de soja, pero también en el queso, la carne o incluso en la leche materna. Añadido a preparaciones culinarias, el glutamato es un potenciador del sabor. Los experimentos han demostrado que los alimentos a los que se les había añadido glutamato poseían un sabor que alentaba su consumo. Además del sabor umami, las notas aportadas al plato pueden recordar a notas poderosamente vegetales (berro, acedera, espinaca, puntas de espárragos verdes), iodadas (algas) tirando incluso a veces al chocolate negro…

matcha helado

Matcha helado en casa

Se puede igualmente preparar matcha helado. Basta con proceder de la misma manera y añadir cubitos de hielo al final del proceso.Este té de ceremonia puede también ser preparado un poco más trivialmente por el placer de degustación. En un bol grande seco (preferentemente de raku), deposite una cucharadita de matcha, tamizada si es posible a fín de  evitar grumos. Vierta 15 cl de agua a punto de hervir y bata la mezcla ayudándose de un batidor con movimientos intermitentes en forma de “w”, hasta que obtenga una mousse muy definida.

No es raro encontrar matcha batido con leche en vez de en el agua, esto da un sabor más pronunciado a la leche caliente.

Consejos prácticos: después de usarlo, es recomendable cerrar el envase herméticamente y conservar el matcha en el frigorífico, a fín de preservar todas sus cualidades.

Ceremonia del té con leche: matcha latte

Si desea saber más sobre el Matcha y la Ceremonia del Té, le recomendamos leer más artículos aquí.

Ceremonia del Té y Matcha – “una vez un encuentro” – 2

Una ceremonia cuidadosa

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El té matcha es un ingrediente indispensable para la ceremonia del té japonés del Cha No Yu (literalmente “agua caliente para el té”). Este arte de preparar el té se ha desarrollado a partir del siglo XVI y va mucho más allá del arte de vivir. Es una verdadera filosofía donde el objetivo es siempre mejorar en el Sado, la “Vía del té”. Cha No Yu reposa sobre cuatro pilares: Armonía, Respeto, Pureza y Tranquilidad que es la síntesis de los tres precedentes. La armonía, a diferencia de la perfección, celebra la asimetría. El anfitrión elige con atención la composición floral, la caligrafía y los accesorios a fin de festejar un momento que será forzosamente único e imposible de repetir. Es por eso que, por ejemplo, los accesorios del Cha No Yu son a menudo disparejos en el sentido occidental del término: los boles de raku son rugosos y todos realizados en cerámicas de diferentes colores. El respeto se encuentra en la admiración de los invitados por los objetos de la ceremonia y por las pruebas de educación que invitados y anfitrión se testimonian. El objetivo último del anfitrión es permitir una comunión espiritual y estética. La pureza está presente en el hecho de que el anfitrión lava los utensilios delante de los invitados y el licor verde del matcha es el símbolo de la renovación. Finalmente, la tranquilidad puede ser alcanzada porque el “cha no yu” tiene lugar en un pabellón decorado especialmente sobrio, cuidado y reservado para este uso. El vacío de la estancia es llenado con la interrelación que se establece entre el anfitrión y sus invitados (cuatro como mucho).

sala de la ceremonia del té matcha

El té matcha – La Ceremonia

Además de haber jugado un rol preponderante durante el desarrollo de la arquitectura, de las artes paisajistas, florales  y también decorativas, la minuciosa etiqueta observada durante la ceremonia ha influenciado poderosamente el saber-hacer japonés, y el arte secular del “cha no yu” que permanece aún hoy en día como una de las llaves de acceso a la comprensión de la sociedad japonesa. En lo que concierne al desarrollo propiamente dicho de la ceremonia, ésta empieza  con un tentempié ligero –el Kaiseki- después, tras una corta pausa, se continúa con el Goza Iri, momento central de la cermonia, en el curso del cual se sirve primero el té espeso (koicha) y después el ligero (usucha). A menudo, uno se contenta con el usucha, cuyo ritual no dura ni 60 minutos, mientras que ciertas ceremonias pueden requerir hasta cuatro horas…

Después de diversas purificaciones y cortesías de rigor, el anfitrión golpea con cinco golpes en un gong, matcha bol y cuchara de té matcha y, al término de un encadenamiento de gestos minuciosos, vierte tres cucharaditas de matcha en un bol (chawan), después un buen cucharón de agua caliente y se bate la mezcla con un batidor de bambú hasta obtener una consistencia espesa. El invitado de honor se acerca de rodillas al cuenco, que se encuentra colocado cerca del fuego, le da tres tragos y alaba al anfitrión. Después, limpia el borde del bol donde han tocado sus labios con un papel (kaîchi) que ha llevado consigo y pasa el cuenco al segundo invitado, que procede de la misma forma, y así con todos. El último devuelve el cuenco al primero, que se lo tiende al anfitrión.
Los cinco sentidos son utilizados en el Cha No Yu para alcanzar el Chado. El gusto y el olfato son requeridos principalmente durante la degustación del té matcha amargo, “reequilibrado” por una pastelería generalmente azucarada. La vista es necesaria ya que los invitados pueden admirar la composición floral y el kakemono (tela extendida) decorada con una caligrafía o pintura. Los convidados aprecian igualmente el ambiente tranquilo silencioso que reina en la sala, y que restaura después del ruido y la agitación exteriores. Tocar el bol de wagashi
matcha de cerámica, rugoso, es  también un placer simple que permite una experimentación sensorial del Chado.

Hasta aquí la primer parte de este artículo sobre El té Matcha y la Ceremonia del Té -el Cha No Yu- 2. Si desea leer la continuación pinche aquí.

Ceremonia del Té y Matcha – “una vez, un encuentro” -1

La Ceremonia del Té, CHA NO YU – AYER Y HOY

En Japón, el matcha –mousse de jade líquido- está asociado desde hace siglos a la ceremonia del té, Cha No Yu. Poco conocida en Occidente, es practicada sobre todo por sus virtudes culinarias y sus características aromáticas fuera de lo común…

El Matcha, un té singular

Aunque la leyenda remonta el consumo del té en China a dos mil años antes de nuestra era, éste se extendió sobre todo durante la dinastía Tang (618-907 D.C.). En aquella época el té no era consumido infusionado sino reducido a polvo y batido en agua caliente. Es bajo esta forma que el té fue traido de China por el monje budista Eisai y difundido en las altas esferas de la sociedad japonesa a partir del siglo XII. Si el consumo del té verde en polvo declinó en China hasta progresivamente desaparecer, su utilización se extendió en Japón. En el siglo XIII, los guerrreros samurais y los monjes comenzaron a preparar y beber matcha. En este momento un ritual empieza a formarse en torno al wabi (literalmente “refinamiento sobrio y tranquilo), caracterizado por la humildad, el autocontrol, la simplicidad, la profundidad, la imperfección y la asimetría.

el matcha y sus calidades

Rikyu

En el siglo XVI, el monje Zen Rikyu codificó la relación entre el té, el budismo y las diferentes escuelas del té. Es considerado como el fundador del Cha No Yu, la ceremonia del té japonés en su forma terminada. Introdujo el concepto de ichi-go ichi-e, “una vez, un encuentro”. Esta concepción según la cual cada encuentro es considerado como un tesoro que no podrá jamás reproducirse es aún esencial en el Japón actual. La codificación de la ceremonia del té continua a ser enseñada en las escuelas formando maestros del té y este conocimiento pasa de generación en generación.sen rikyu el maestro de el matcha

El Matcha hoy

En Japón, donde las cosechas son hoy habitualmente mecanizadas, el matcha es uno de los únicos tés cuya cosecha continua siendo manual para las mejores calidades. El matcha forma parte de la categoría de los tés de penumbra, como el Soshun o el Tenko.

Penumbra

Tres semanas antes de la cosecha de primavera  -sólo se utilizan los tés de esta cosecha para la elaboración del Matcha de calidad- , se priva a los árboles de té de luz. Esta sombra filtra del 80 al 90% de los rayos solares, esto trae como consecuencia que la fotosíntesis de la hoja se incrementa  tomando en este momento un tono más oscuro. El árbol, privado de luz, utiliza en grandes cantidades los nutrientes a través de sus raíces y los compuestos aromáticos de estas hojas se ven modificados. Al mismo tiempo que la proporción de azúcares, aminoácidos y la cafeína aumenta, y las catequinas (un tipo de polifenoles) disminuyen.

Las hojas así cosechadas se torrefactan  por medio de vapor de agua. Este proceso, de corta duración, mantiene las cualidades originales de la hoja fresca: los componentes aromáticos apenas se ven alterados y se encuentran casi por completo en el té una vez manufacturado. Teniendo en cuenta esto, desde el punto de vista japonés, el estofado es la técnica de elaboración del té verde más armoniosa ya que es la más respetuosa con la naturaleza de la hoja.

moliendo el matchaLos nervios y tallos son retirados para que no queden más que las hojas (tencha). Las hojas, finalmente, son pasadas por dos ruedas de moler, tradicionalmente de piedra. Del tiempo que pasa el té en las ruedas depende la finura del matcha producido. Toda esta etapa se hace al abrigo de una temperatura templada, con un grado de humedad controlado, a fin de no oscurecer ni apelmazar este polvo tan fino.

Mucho más que polvo

Todas estas atenciones son las que distingues al matcha de un té verde reducido a polvo.  El gusto del matcha, después de todas estas operaciones, es más fino, más pronunciado y vegetal que el polvo de té verde. El polvo del matcha es también más ligero y frágil; éste debe ser acondicionado en bolsas herméticas a la luz, los olores y la humedad. Hoy en día, estas bolsas tienen un contenido de unos 30 gramos, medida cercana a los diez monme, antigua medida tradicional japonesa (unos 37,5 gramos). Esta cantidad era juzgada la ideal para preparar 20 boles de usucha (“té ligero”) o diez boles de koicha (“té espeso”). Los maestros de tés pedían su té según esta medida.

Hasta aquí la primer parte de este artículo sobre la Ceremonia del Té, el Cha No Yu-1. Si desea leer la continuación pinche aquí.