Los Tés perfumados – segunda parte

A veces victima de prejuicios,  los tés perfumados ocupan, sin embargo, un lugar importante en la historía del té.  Procedente de una tradición secular, fruto del azar o del progreso de la ciencia, el té perfumado es una riqueza de nuestro patrimonio.

Permitirnos hablar un poco sobre alguno de los tés perfumados más conocidos, deseando que sea de vuestro interés.

UNA TRADICIÓN ANTIGUA

Perfumar el té se remonta a una tradición casi tan antigua como la de consumirla.

Sin entrar en los detalles de las primeras maneras de consumir el té en China, recordemos que las hojas de té eran en el origen más un ingrediente añadido a una receta que una bebida refinada.  Hasta el final de la dinastia Tang (618-907), el té es sobre todo nutritivo.  Asociado a la mantequilla, a la harina, a las cebollas y a las especias, es una preparación que constituye la base de la alimentación de los habitantes de la meseta tibetana (el tsampa).

Seguramente a lo largo de la época Song (960-1279) es cuándo aparece el uso de perfumar el té con pétalos o pistilos de flores frescas.  La rosa, la magnolia, el crisántemo, la flor de loto y por supuesto el jazmín son los más populares.  Formidable captador de los perfumes -los mejores como los peores (de ahí las grandes precauciones que tomamos para almacenarlo y servirlo a nuestros clientes en bolsas de aluminio herméticas a los aromas exteriores), el té se revela un soporte ideal para otros perfumes que no sean el suyo propio.  Más tarde llegarán las especias, los trozos de frutos secos, las hierbas…que se pueden, según sus propiedades, poner en contacto provisionalmente con las hojas de té o bien mezclarlas juntas definitivamente.

perlas de jazmin

EL TÉ AL JAZMÍN, por ejemplo, se obtiene por contacto de las flores de jazmín con el té.  Debido a su amargor, las flores de jazmín deben ser retiradas del té antes del consumo y un buen té al jazmín no tendrá casi ninguna flor.  La calidad de un té al jazmín no se limita a esta operación y depende a la vez de la calidad del té de base y de la paciencia a la hora de su elaboración.  Las hojas destinadas a la fabricación del té verde que sirve de base al té al jazmín son recolectadas y manufacturadas en abril, después guardadas hasta el mes de agosto , época del año en la cual tiene lugar la recolección del jazmín.

 

El mejor jazmín se recoge a media tarde, cuando las flores aún cerradas comienzan lentamente a abrirse con la aproximación del crepúsculo. La cosecha se deja enseguida reposar el tiempo suficiente hasta que las flores se abren casi completamente.  Se procede entonces a la primera mezcla de hojas de té secas y de flores superponiendolas en alternancia de 4 a 5 capas de cada una.  Tras una  noche se separan las flores de las hojas a mano.

Para los mejores tés como el Yin Zhen Jazmín o las Perlas de Jazmín, la operación puede ser renovada hasta siete veces, en cada una de ellas con un nuevo lote de flores frescas.

CUATRO TÉS MÍTICOS DEL SIGLO XIX

Otro té perfumado nace en la misma época, en Europa esta vez, se trata del Earl Grey.  La leyenda cuenta que en el trascurso de un viaje diplomático a China, Charles Grey, segundo conde (Earl en inglés) Grey y Primer ministro británico recibió de manos del Mandarín una receta muy antigua que consistía en perfumar su té con bergamota.  De vuelta a su pais, él habría ofrecido la receta a una de las dos grandes casas de té lodinenses y que más tarde se disputarían la autenticidad.

La realidad es más bien otra: Charles Grey no viajó nunca a China y cuando al echar por gusto personal algunas gotas de bergamota en su taza de té, no se podía imaginar que iba  a adquirir la paternidad de uno de los tés más célebres de la historía.

EL ORIGEN DEL TÉ A LA MENTA se remonta igualmente a este periodo, más precisamente a los años 1860, época en la que los ingleses enfrentados al mercado ruso a causa de la guerra de Crimea, se volcaron hacía los puertos de Mogador y de Tanger para vender sus cargamentos de té. La bebida más expandida entonces en el Magreb era la infusión de hojas de menta o de absenta.  Poco a poco la idea de mezclar estas hierbas con el té se extendió y esta nueva mezcla se volvió cada vez más popular.

verde marroqui

EL CHAI, está tan instalado en la vida cotidiana de los indues que se podría creer  que su consumo tiene siglos de antiguedad, sin embargo es una costumbre adquirida en un periodo muy reciente.  Pais elegido por los ingleses en el siglo XIX para ser el granero de té del Reino Unido, la India , 150 años más tarde, consume el 80% de su propia producción de té, habiendo adaptado  las costumbres  inglesas (leche y azúcar) a sus especias locales.  El cardamomo constituye la base de todo Chai, a este se le añade la pimienta, la canela, el jengibre, el clavo, la nuez moscada etc.

chai