Viaje a Darjeeling – El País de las Tormentas

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Son las siete y media de la tarde, y nuestro Viaje a Darjeeling ha comenzado.

cuando finalmente llegamos a Chamong Chiabari, el “tea bungalow” de la plantación de Tumsong, en Darjeeling, hemos recorrido ya un largo camino.
Desde Delhi casi tres horas de avión hasta el aeropuerto de Bagdogra, en Nort Bengala y desde aquí, más de cuatro horas en un todoterreno para recorrer los ochenta kilómetros que nos separaban de la plantación. Por la “carretera”, más un camino o senda de montaña, circulan todo-terrenos, camiones, motocicletas, trenes, animales y personas. Es la arteria que atraviesa poblaciones como la de Kurseon, Sonada o Goom, y al cruzarlas el caos llega al paroxismo. Estas poblaciones se extienden siempre a lo largo de una única calle llena de tiendas de todo tipo… y esta calle es al mismo tiempo nuestra carretera. Además, mientras las cruzábamos estaban repletas de niños jugando, procesiones religiosas, mujeres charlando, y sin embargo, nuestros coches continuaban su marcha a toda velocidad, sorteando a cada uno de estos grupos a la vez que a los coches que circulaban en dirección contraria. La física se pone aquí en entredicho. A cualquiera que no fuera un nativo le parecería imposible que circulara más de un coche a la vez pero circulan coches en ambas direcciones, a veces coincidiendo en el mismo mínimo espacio con el pequeño tren a vapor de Darjeeling mientras esquivan animales y personas que cargan sobre sus espaldas todo tipo de cosas.
Dentro de nuestro cómodo 4×4 los tres viajeros nos aferrábamos a lo que podíamos para no golpearnos con las ventanas o el techo, mientras nos cruzábamos con coches como los nuestros, en los que viajaban seis o siete personas en el interior con otras tres o cuatro sobre el techo, sin temor aparente. Agotador, espectacular, absolutamente sorprendente y mágico.
A nuestra llegada a Chamong Chiabari, en la plantación, ya había anochecido por lo que no pudimos contemplar los alrededores, pero si nos llegó el olor fresco y fragante de la montaña unido a otro aroma, sutil y desconocido para nosotros que pronto aprendimos a asociar con el árbol del té. Porque allí todo huele a té, a té y a curry.
El ” tea bungalow” es un precioso edificio colonial de madera que dispone de cinco amplísimas habitaciones de invitados, cada una de ellas con una cama de matrimonio de un tamaño descomunal. viaje a darjeeling téSin duda parecía un excelente lugar para pasar unos días de trabajo.
A nuestra llegada nos ofrecieron un té de bienvenida y rápidamente la cena. La comida en Darjeeling es una fusión de platos típicamente indios con otros nepalíes y chinos. Magnífica.
Nos advirtieron que la vida en un jardín de té comienza temprano, pero no nos prepararon para la sirena que a las cinco de la mañana nos despertaría a nosotros al mismo tiempo que a todo el valle. No obstante, rápidamente descubrimos que esa sirena suena de nuevo a las seis y a las siete, actuando como el despertador de todos los trabajadores de la plantación que viven en las casas desperdigadas por todo el valle y por las laderas de las montañas cercanas.  El toque de las seis les indica que ha llegado el momento de ir hacia su lugar de trabajo, y el de las siete es el del comienzo oficial de la jornada.
Unviaje a darjeeling jardína vitalidad arrolladora se despliega por todo el jardín de té desde el amanecer.  Durante los días de nuestra estancia se estaba completando el periodo de la primera recogida de primavera, el “first flush” tan esperado por los amantes de los tés de Darjeeling.
Durante el invierno, el crecimiento de los árboles de té se ralentiza y durante este periodo, las yemas jóvenes se  cargan de aceites esenciales en mayor cantidad que en cualquier otro momento del año. La primera cosecha del año, primavera, es por lo tanto especialmente rica en aromas y por ello muy
valorada.

La calidad de estas primeras hojas del año depende de las condiciones climáticas del invierno, particularmente aleatorias en esta región del mundo. Según los años, el trabajo empieza entre los últimos días de febrero y la tercera semana de marzo, y continúa hasta la mitad de Mayo.  Este año la cosecha había comenzado muy temprano por lo que a finales de Abril se estaban recogiendo ya los últimos lotes, los últimos “dj” según el idioma de las plantaciones de té de Darjeeling.

Así que desde primera hora de la mañana los equipos de recogida, formados por unas diez mujeres y un hombre se van dirigiendo hacia los lugares asignados para la recogida del día.

Hasta aquí este artículo sobre nuestro Viaje a Darjeeling. Si quieres conocer los tés que ofrecemos de esta región pincha aquí.

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